Glenmorangie | En las tierras altas de Escocia, donde los ríos cristalinos fluyen y los vientos susurran a través de los campos de cebada, se encuentra la legendaria destilería de Glenmorangie. Aquí, en un rincón donde la naturaleza despliega sus maravillas, surgió una colaboración tan única como el paisaje que la inspiró.
El Dr. Bill Lumsden, el renombrado director de creación de whisky de Glenmorangie, había estado trabajando incansablemente para capturar la esencia de la naturaleza en un nuevo whisky. Fue durante uno de sus paseos por los verdes alrededores de la destilería que una idea floreció en su mente: ¿Qué pasaría si se uniera a un artista que compartiera su pasión por la naturaleza?
Así, el destino lo llevó a cruzar caminos con Azuma Makoto, un visionario artista botánico japonés, conocido por sus creaciones que combinan flora y arte en una sinfonía visual. Ambos, unidos por un amor profundo por la naturaleza, se embarcaron en una aventura para crear algo verdaderamente excepcional.
Durante su visita a la destilería Highland de Glenmorangie, Azuma quedó fascinado por la belleza del entorno. Los paisajes escoceses, con su mezcla de misticismo y realidad, le recordaron los exuberantes jardines y la estética refinada de Japón. Inspirado, Azuma se propuso crear una obra que reflejara la complejidad y la magnificencia de la naturaleza.
El Dr. Bill, por su parte, comenzó a imaginar un whisky que celebrara esta belleza natural. Tras años de experimentación, creó un whisky rico y suave, añejado primero en barricas de bourbon y luego en barricas de roble que habían contenido vino blanco Chardonnay de Borgoña, una novedad para Glenmorangie. Este proceso único infundió al whisky una mezcla de sabores que evocaban la frescura y la profundidad de la naturaleza: notas de bálsamo de limón, peras escalfadas y cacao en polvo, todo sobre una base de tonos terrosos y a roble.
Mientras tanto, en su estudio de Tokio, Azuma Makoto se sumergió en los sabores del whisky para dar vida a su creación botánica. La obra, titulada “Shinra Bansho”, es una celebración de todas las cosas que existen en el universo. Esta compleja y vibrante escultura se convirtió en el corazón del envase del whisky de edición limitada.
Finalmente, la colaboración cobró vida. El Glenmorangie Dr Bill Lumsden x Azuma Makoto 23 Years Old no solo es un whisky extraordinario, sino también una obra de arte. La botella, adornada con la majestuosa obra de Azuma, es un testimonio del poder de la naturaleza y del arte.
• Glenmorangie Encapsula la Naturaleza en todas sus Formas •
Creando un regalo de la Naturaleza
Azuma Makoto creó una obra maestra botánica, que ahora adorna nuestro whisky.
AZUMA MAKOTO
“MI ESCULTURA ES UNA RESPUESTA A MI VISIÓN DE LAS BENDICIONES DE LA TIERRA, A MI SENTIDO DE GRATITUD POR LA NATURALEZA Y AL SABOR DE LAS TIERRAS ALTAS, EXPRESADO EN EL WHISKY DEL DR. BILL”.
De regreso a su estudio de Tokio, Azuma Makoto se basó en su pasión compartida por el cosmos de las Tierras Altas de Glenmorangie para crear su propia obra maestra extraordinaria.
Reflejando el whisky, significaría la naturaleza universal de Shinra Bansho. Reunió orquídeas, rosas y otras innumerables plantas del mercado de Ota en Japón, su propio jardín y el bosque vecino en Hakone, y las entrelazó hábilmente con corteza de árbol, raíces y musgo.
Compuesta por más de 200 elementos diferentes y con una altura de 1,5 m, su compleja y fluida escultura botánica es el tributo de Azuma Makoto a las armonías evolutivas de la naturaleza y a las profundidades estratificadas del whisky de 23 años del Dr. Bill, un regalo de la naturaleza misma.